Las termitas voladoras, la abeja reina de los xilófagos

Las termitas voladoras son las encargadas de reproducirse y crear una nueva colonia

Las termitas voladoras salen al exterior durante los meses de primavera con el objetivo de aparearse y formar nuevas colonias

¿Existe algún parecido entre las termitas y las abejas? La realidad es que estas dos especies animales comparten mucho más de lo que pueda parecer en un primer momento. Y es que al igual que los enjambres poseen una abeja reina, en las colonias de termitas existe una suerte de equivalente: las termitas voladoras.

La abeja reina es la única hembra fértil de la colmena, de cuyos huevos nacen el resto de abejas. Organiza a las obreras mediante la liberación de feromonas y tan solo abandona el enjambre durante el vuelo nupcial o para trasladarse a una nueva colonia.

Algo muy parecido sucede con las termitas voladoras. Estas nacen con una única misión: dar a luz una nueva generación de termitas. Son, en definitiva, las que se encargan de poner los huevos y formar nuevas colonias.

Cuando están en edad reproductiva abandonan su hogar y se sirven de sus alas para volar a una cierta distancia. Allí se encuentran con otras termitas voladoras, produciéndose el cortejo nupcial, durante el cual se aparean. Una vez que macho y hembra se han juntado, aterrizan en el suelo y, tras perder sus alas, excavan un agujero en el que cobijarse y comenzar a reproducirse. A medida que nacen sus crías se va gestando la nueva colonia, en la que ambos desempeñan el papel de rey y reina.

Esto suele ocurrir sobre todo en los meses de abril, mayo y junio, cuando con la llegada de la primavera se disipan las lluvias y aumentan las temperaturas.

No obstante, es importante recordar que las termitas voladoras no son una mayoría. Gran parte de estos insectos no tienen la capacidad de volar, ni siquiera de reproducirse, de forma similar a las abejas obreras.

Cómo identificar a las termitas voladoras

Dar con cualquier tipo de insecto xilófago, ya sea la carcoma o las termitas, no suele ser una tarea sencilla. Estos habitan en el interior de la madera, de la cual se alimentan, por lo que no son perceptibles. El único rastro que suelen dejar, aparte de unos pequeños túneles de tierra, es el orificio a través del cual abandonan la madera. Y, para entonces, el daño ya está hecho.

Sin embargo, las termitas voladoras son mucho más fáciles de vislumbrar. A diferencia de las demás, estas sí que salen de la madera, y no es inusual encontrarlas volando. Asimismo, cuando regresan al interior dejan los restos de sus alas abandonados, otra señal bastante evidente de la presencia de una plaga de termitas.

Las termitas voladoras salen al exterior durante los meses de primavera

En esta situación, es indispensable comprobar cómo suena la madera cuando se le da un golpe. Si el sonido es hueco, no habrá duda ninguna de que se trata de termitas, y habrá que contactar con profesionales especializados en su erradicación.

Por otra parte, hay que evitar caer en el error de confundir a las termitas voladoras con las hormigas aladas, que no causan tanto daño en las instalaciones. Las termitas voladoras son isópteros con seis patas, antenas rectas y cuatro alas cuyas dimensiones superan con creces a las de su cuerpo. Las hormigas aladas, por la contra, tienen las antenas dobladas y una cintura mucho más estrecha. El tamaño de sus dos pares de alas es diferente, y estas no se desprenden.

Cómo acabar con las termitas voladoras

Las termitas pueden provocar daños severos e irreparables en los hogares y oficinas, destrozando por completo muebles, antigüedades o marcos de puertas y ventanas, hasta el punto de inutilizarlos.

Dice el refrán que hombre precavido vale por dos y, en el caso de las termitas, este dicho cobra todavía más sentido. La prevención es la mejor arma si se desea evitar que estos insectos destrocen las maderas. Es fundamental revisar todas las estructuras y objetos fabricados con este material de manera periódica, protegiéndolos de la humedad y aplicando productos como el barniz para mantener alejadas a las termitas.

No obstante, esta no es una medida infalible. Y una vez se detectan las primeras termitas voladoras o se descubren los primeros agujeros en la madera, es muy probable que estas ya hayan causado daños graves.

En estos casos, lo más recomendable para que impedir que los destrozos vayan a más es solicitar la ayuda de expertos en la eliminación de termitas, como Sanal Control Medioambiental. Una compañía de servicios de control de plagas en A Coruña y Galicia, formada por un equipo altamente cualificado que analiza cualquier situación sin compromiso, emitiendo un diagnóstico y poniendo en marcha una estrategia orientada a minimizar los daños y expulsar a los invasores.

Para acabar con las termitas voladoras es posible recurrir a los insecticidas o al tratamiento de cebos, que se sirve de su trofalaxia (un mecanismo de comunicación basado en las feromonas) para engañarlas.

Un conjunto de soluciones profesionales basadas en la excelencia técnica que no descuidan la protección del medioambiente y velan por la seguridad de las personas que viven o trabajan en las instalaciones afectadas.

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