La plaga de avispas, un peligro potencialmente mortal si no se combate adecuadamente

La llegada del verano aumenta las probabilidades de encontrarse con una plaga de avispas

La llegada de la época estival trae consigo un aumento de las probabilidades de ser víctima de una plaga de avispas

Comienza el verano y, con él, la temporada de avispas. ¿Cuántas veces no nos hemos encontrado a una de ellas por el campo, la playa o las terrazas? Pero, en ocasiones, estos encuentros van a más. Y es que cuando anidan cerca de una casa, sus habitantes pueden acabar enfrentándose a una plaga de avispas.

Estos insectos suelen medir entre uno y dos centímetros de largo. Poseen un cuerpo amarillo con franjas negras, una cintura muy estrecha y dos pares de alas. Muchas veces, se confunden con las abejas, que son más anchas y peludas. Sin embargo, la verdadera diferencia entre ambas radica en su aguijón.

Las abejas tan solo pueden picar una vez, puesto que su aguijón se desprende tras la picadura, y no son capaces de vivir sin él. Por la contra, las avispas no lo pierden, lo que les permite picar a los humanos de manera repetida, causando más daño.

Aunque suelen ser muy dolorosas, estas picaduras no suelen entrañar ningún tipo de peligro. A menos que la persona afectada sea alérgica a las avispas. En estos casos, es vital acudir con urgencia a un centro médico, especialmente si el paciente experimenta mareos, nota dificultad para respirar y tragar y le aparecen ronchas en la piel. En estas situaciones, lo más probable es que esté sufriendo una anafilaxia, que puede llegar a ser mortal, y habría que recurrir a la adrenalina para salvarle la vida.

La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica calcula que en nuestro país fallecen entre 15 y 20 personas cada año como consecuencia de una reacción alérgica grave provocada por estos himenópteros. Y la organización estima que alrededor del 3 % de la población española es alérgica a ellos. Por este motivo, las personas alérgicas deben actuar con extrema precaución si se encuentran una plaga de avispas.

Estas suelen establecer su nido al aire libre. No obstante, también se suelen encontrar avisperos en espacios resguardados, como debajo de aleros o tejas, en cámaras de aire, en huecos de la pared, en tambores de persianas e, incluso, en marcos de puertas y ventanas. En definitiva, en zonas protegidas, pero, a la vez, bien comunicadas con el exterior.

Además, hay que tener presente que la plaga de avispas no solo representa una amenaza para los seres humanos: otras especies animales también pueden ser víctimas de estos insectos. La avispa carroñera, por ejemplo, suele atacar al ganado.

A pesar de que existen avispas solitarias que viven de forma independiente, muchas de ellas son sociales y se organizan mediante colonias. Cuando se hallan en peligro o se preparan para el ataque, segregan feromonas que avisan a sus compañeras, de tal modo que unen sus fuerzas para defender el nido o aumentar la agresividad del ataque.

Por estas razones, no todo vale a la hora de luchar contra una plaga de avispas.

Acabar con el nido es clave para deshacerse de una plaga de avispas

¿Qué hacer si me encuentro una plaga de avispas?

Uno de los errores más comunes consiste en intentar destruir el avispero. Las avispas se sentirán amenazadas y el instinto las llevará a defender su hogar ante el peligro: dos de las principales razones por las que atacan.

Por eso, cuando se descubre un nido en un hogar o una empresa (o en sus inmediaciones), lo más conveniente es contactar con profesionales para que estos se deshagan de él, en lugar de tratar de acabar con los insectos sin ayuda externa. Sobre todo, si se sabe o se sospecha que alguno de los habitantes puede padecer alguna alergia.

Entonces, ¿qué alternativas existen para despedirse de una plaga de avispas?

Si la cantidad total no es muy elevada, es posible espantarlas con humo, una opción muy poco invasiva. Sin embargo, cabe la posibilidad de que estas regresen en el futuro. Por este motivo, otros expertos optan por atraparlas con una aspiradora o por inundar el avispero con una manguera, con el objetivo de ahogarlas.

Los especialistas en la eliminación de las plagas de avispas también pueden rociar insecticidas para exterminar a los insectos. Pero estos pueden ser muy perjudiciales para las especies del entorno, por lo que es preferible emplear productos sostenibles y libres de biocidas, garantizando así la seguridad de las instalaciones afectadas y de las personas que residen en ellas.

Una vez se ha eliminado el avispero, los profesionales revisan la zona para comprobar que, efectivamente, está libre de peligro. Y, a la vez, proporcionan una serie de recomendaciones para impedir que la plaga de avispas aparezca de nuevo.

Para comenzar, resulta indispensable mantener los espacios limpios, tratando de no acumular restos de comida y tapando los contenedores o los cubos de basura de forma correcta, ya que el olor de los alimentos es uno de los grandes reclamos. Si las avispas han sido un problema recurrente a lo largo de los años, colocar mallas protectoras en las puertas y ventanas de la casa puede resultar de gran ayuda para impedir que penetren en el interior.

Cuando aparece una de ellas, es fundamental no realizar movimientos bruscos ni agitar mucho los brazos, dado que pueden percibirlo como una amenaza y pueden iniciar un ataque cuando no estaba en sus planes.

Pero el consejo más eficaz para permanecer a salvo de estos insectos consiste en recurrir a expertos cualificados en su erradicación, en lugar de aventurarse en esta tarea por cuenta propia. Expertos como los de Sanal Control Medioambiental, un servicio de control de plagas en A Coruña y Galicia que lleva cerca de medio siglo protegiendo a todo tipo de hogares y compañías de invasiones como la plaga de avispas.

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