La plaga de garrapatas puede propagar enfermedades infecciosas como la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, la encefalitis o la enfermedad de Lyme
¿Cuál es el principal vector de transmisión de enfermedades infecciosas a los seres humanos? A nivel global, el mosquito continúa manteniendo su hegemonía. Pero en Europa la plaga de garrapatas ha logrado hacerse con el primer puesto.
En los últimos años, estos artrópodos se han multiplicado de manera sustancial. Y detrás de esta proliferación hay dos explicaciones. Para comenzar, el aumento de las temperaturas, ya que estos ácaros surgen sobre todo en primavera, verano y otoño, cuando el clima es más cálido.
Por otro lado, este auge también se debe al creciente volumen de mascotas y a la presencia de animales como los jabalíes en las áreas urbanas. ¿El motivo? Las garrapatas son ectoparásitos, es decir, viven en el exterior de otro organismo. Y muchas se adhieren a la piel de los animales o humanos para alimentarse de su sangre.
En el pasado, era más habitual encontrarlas en el campo y en el medio rural, puesto que esperan entre las hierbas altas y los arbustos hasta que aparezca un posible huésped para pegarse a él. Pero el estrechamiento del contacto entre humanos y animales hace que ya no sea extraño encontrarlas en las ciudades.
A pesar de que existen más de 900 especies de garrapatas en todo el mundo, en España solo se han identificado unas pocas. La mayoría, pertenecientes a géneros como Hyalomma e Ixodes.
Estos ácaros pueden poner cientos de huevos, que tan solo necesitan un par de semanas para eclosionar. Antes de convertirse en adultos, atraviesan las fases de larva y ninfa. No obstante, para completar las etapas de su metamorfosis tienen que alimentarse.
Para ello, se adhieren a la piel de un humano o un animal y, gracias a su condición de hematófagos, comienzan a extraerle la sangre. Antes de la picadura sus dimensiones son muy reducidas, inferiores a las de una semilla, pero conforme se alimentan van creciendo y aumentando de tamaño.
Una picadura potencialmente peligrosa
En muchas ocasiones, las personas ni siquiera se enteran de la picadura, ya que la saliva de las garrapatas tiene un efecto anestésico. Por tanto, pueden pasar desapercibidas hasta que la persona afectada las vislumbra en su piel.
Cuando ocurre esto, hay que evitar arrancarla directamente con las manos. En su lugar, es recomendable utilizar unas pinzas para extraer la garrapata hacia arriba de forma lenta y suave, sin retorcerla. A continuación, es vital limpiar y desinfectar la zona de la picadura.
Durante los próximos días, es necesario vigilar que no aparezca ningún síntoma, e incluso es recomendable guardar la garrapata en un lugar seguro de forma temporal. ¿Por qué?
Como mencionamos anteriormente, la plaga de garrapatas es el primer vector de transmisión de enfermedades infecciosas en Europa. Y aunque su picadura no tiene por qué entrañar una amenaza para la salud, este artrópodo puede transportar el virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, el virus de la encefalitis o la bacteria Borrealia, responsable de la enfermedad de Lyme.
Estas patologías pueden afectar severamente a las personas, poniendo en riesgo su vida. Por tanto, si se presenta cualquier manifestación sospechosa durante los días posteriores a la picadura es crucial acudir a un centro de salud e informar a los médicos de lo sucedido.
Si bien nunca se sabe a ciencia cierta cuándo puede haber una plaga de garrapatas en las inmediaciones, hay una serie de recomendaciones orientadas a impedir que se adhieran a la piel. Cuando se camina por lugares como el campo, por ejemplo, es conveniente utilizar prendas de colores claros y manga larga, así como calzado cerrado. Y al regresar al hogar hay que realizar una revisión rápida para comprobar que no hay garrapatas.
Cómo combatir la plaga de garrapatas
A veces, tras el primer ejemplar no tarda en aparecer otro. Y otro. Y otro… Entonces, es muy probable que no se trate de simples casos aislados y que estemos, efectivamente ante una plaga de garrapatas. Pero, ¿cómo actuar ante esta situación?
Los repelentes naturales, como el limón o la menta, resultan efectivos para mantenerlas alejadas. Basta con fabricar un par de sprays y rociar todos los rincones de la casa con ellos, pues detestan estos aromas. Asimismo, hay algunos venenos caseros muy útiles para ahuyentar la plaga de garrapatas, como el bicarbonato de socio o el ácido bórico.
Es importante vigilar de cerca las zonas oscuras y húmedas, pues tienden a aparecer en estos lugares. Y, si se tienen mascotas, hay que revisar con regularidad que estén libres de estas invasoras, desparasitándolas cuando sea necesario para evitar que les supongan una molestia o, incluso, que se adhieran a los humanos.
Si se posee un jardín o una huerta, es aconsejable cortar el césped con frecuencia, podar los árboles y las plantas cada cierto tiempo, deshacerse de las hojas caídas y los restos de césped, tirar la madera húmeda o podrida y, por último, reservar un espacio para plantas aromáticas que las espanten.
De todas formas, ante cualquier indicio de una plaga de garrapatas hay que contactar con expertos en la materia, con el fin de impedir que se convierta en una amenaza para la salud de las personas y animales.
Sanal Control Medioambiental lleva ofreciendo servicios de control de plagas en A Coruña y Galicia desde hace más de cuatro décadas. Sus profesionales luchan contra la plaga de garrapatas en cualquier tipo de instalación, analizando la situación en profundidad con total discreción para dar con el tratamiento de erradicación más adecuado.
Asimismo, estos especialistas cuentan con experiencia eliminando plagas en el exterior. En Sanal, por ejemplo, se emplean productos fitosanitarios para eliminar las especies indeseadas de las plantas y protegerlas de organismos nocivos. Soluciones ecológicas e innovadoras que combaten las plagas de artrópodos sin darle la espalda al medioambiente.
Una ayuda profesional muy valiosa con la que es posible controlar y despedirse de la plaga de garrapatas con todas las garantías de seguridad.