Las compañías con sistemas de ventilación y climatización están obligadas a realizar inspecciones periódicas para asegurar la limpieza del aire acondicionado
Cuando llega el verano, el mejor amigo del hombre no tiene cuatro patas, sino un termostato. Y es que, sin un equipo de aire acondicionado, los días de calor serían insoportables. No obstante, hay que tener presente que estos sistemas de ventilación pueden impactar negativamente en la salud de las personas. Y que, para mantener alejados estos peligros, no hay solución más eficaz que efectuar la limpieza del aire acondicionado con regularidad.
El aire acondicionado contribuye a mantener las condiciones de temperatura y humedad ideales para crear una atmósfera agradable en los interiores. Está presente en toda clase de espacios: oficinas, restaurantes, colegios, laboratorios, residencias de ancianos, hospitales…
Si bien en los centros sanitarios o de mayores las exigencias de higiene son más estrictas, en el fondo no importa el tipo de edificio. En todos ellos es indispensable mantener un control y cumplir con los requisitos de calidad y seguridad fijados por las autoridades con el fin de evitar posibles riesgos.
Y, para ello, resulta fundamental contratar a especialistas en la limpieza del aire acondicionado. Profesionales que cuentan con la experiencia y la cualificación necesarias para llevar a cabo las labores de inspección, mantenimiento y desinfección, eliminando la suciedad y las partículas nocivas presentes en los conductos.
Los riesgos de una mala limpieza del aire acondicionado
¿Cómo puede el aire acondicionado dañar la salud de las personas? En un principio, podría costar encontrar una relación directa entre ambos. Pero en estas instalaciones se acumulan el polvo, la suciedad y una infinidad de microorganismos, como las bacterias o los hongos.
Esta combinación de partículas nocivas se puede dispersar a través del aire si los filtros no actúan adecuadamente, afectando tanto al propio funcionamiento del sistema como a la salud de los habitantes o trabajadores.
De hecho, no solo se ha demostrado que pueden originar o agravar enfermedades respiratorias como el asma, la bronquitis o las alergias, sino que también pueden resultar dañinas para las personas que padecen patologías cardíacas. De ahí la importancia de garantizar la limpieza del aire acondicionado.
Cuando más del 20 % de los ocupantes de un edificio comparten síntomas similares, como la fatiga, el dolor de cabeza, la irritación de ojos y de garganta y la sequedad extrema de las mucosas y la piel, se pasa a hablar del síndrome del edificio enfermo.
Un síndrome presente en los espacios cerrados que carecen de una buena ventilación o cuyos sistemas de ventilación y climatización están sucios, y que provoca que las personas respiren de forma continua un aire de escasa calidad o con un exceso de dióxido o monóxido de carbono.
Pensemos, por ejemplo, en los centros de trabajo. De media, los empleados permanecen ocho horas diarias en el mismo espacio. Si el aire está contaminado, esto significa que las personas que trabajen allí estarán respirando aire de mala calidad durante un tercio de su día. Y las consecuencias de una falta de limpieza del aire acondicionado pueden ser muy graves.
El hotel Bellevue-Stratford, ubicado en Filadelfia, es la prueba evidente. En 1976, el centro acogió la convención estatal de la Legión Americana. Al poco tiempo, 29 de sus participantes habían fallecido, y más de 182 cayeron enfermos. La responsable fue una bacteria encontrada en el agua de las torres de enfriamiento del sistema de aire acondicionado, que la diseminó por todo el hotel.
Esta bacteria se bautizó como legionella (y la enfermedad se acuñó como legionelosis) en honor a los primeros afectados. Y la tragedia ocurrida en Bellevue-Stratford en los años 70 continúa siendo a día de hoy un claro ejemplo de la importancia de garantizar la limpieza del aire acondicionado.

Cómo controlar la calidad del aire
Existen una serie de indicadores que otorgan una medida fiable acerca de la limpieza del aire acondicionado y la calidad del aire en los sistemas de climatización y ventilación: la humedad relativa, el dióxido y monóxido de carbono, las partículas en suspensión, la presencia de microorganismos…
Vigilar de cerca estos valores es determinante para preservar la calidad del ambiente interior (CAI). Un factor de crucial importancia en las ciudades, donde gran parte del tiempo se pasa en interiores, ya sea en los centros de trabajo, los restaurantes, los centros comerciales o las estaciones de metro.
Otro indicador muy popular es el índice de calidad del aire (ICA), una clasificación que mide parámetros como las partículas en suspensión PM10 y PM2,5, el ozono troposférico (O3), el dióxido de nitrógeno (NO2) y el dióxido de azufre (SO2). Dependiendo de su mayor o menor incidencia, el ICA establece seis categorías en función de los riesgos que pueden suponer para la salud de las personas, representando el color azul una calidad buena y el morado una calidad extremadamente desfavorable.
Generalmente, el control de aire en los espacios cerrados se realiza gracias a las unidades de tratamiento de aire (UTA). Unos sistemas que facilitan la ventilación de la instalación y el control de la calidad del aire, la temperatura ambiente y la humedad, gestionando de forma conjunta tanto la climatización como la ventilación de los interiores.
Por este motivo, es fundamental inspeccionar estas unidades para asegurar la limpieza del aire acondicionado y hallar los posibles focos de contaminación. Estos pueden encontrarse en el aire exterior, en los sistemas de filtración o refrigeración, en los humidificadores, en los materiales porosos de los conductos o en el propio aire interior.
Sanal, expertos en limpieza del aire acondicionado
La revisión de estas instalaciones y la limpieza del aire acondicionado no es una tarea apta para los ciudadanos corrientes. Se necesita a profesionales con la experiencia previa, los conocimientos necesarios y las herramientas adecuadas para identificar y dar respuesta a los distintos peligros.
Profesionales como los que componen el equipo de desinfección de Sanal Control Medioambiental. Una compañía de servicios de control de plagas en A Coruña y Galicia que efectúa labores de control del aire en toda clase de instalaciones, tanto para empresas como para particulares. Y cuya plantilla está cualificada según la norma UNE 171330-2:2014 Calidad ambiental en interiores.
Los expertos de Sanal realizan videoinspecciones de los conductos de aire para valorar el estado de su interior, procediendo a eliminar la suciedad y a higienizarlos mediante equipos telescópicos con cabezales rotativos. A continuación, desinfectan el sistema con los biocidas oportunos y vacían el material extraído, no sin antes proporcionar un conjunto de consejos destinados a cuidar y mantener el buen estado de las instalaciones.
Estos servicios resultan especialmente útiles para las compañías con un sistema de climatización con potencia útil superior a los 70 kW, que deben cumplir con las normas UNE 100012 y UNE 171330, además del Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE). Estas normativas las obligan a inspeccionar los conductos de forma visual, a analizar las partículas y la microbiología encontradas y a realizar revisiones de la limpieza del aire acondicionado y auditorías de la calidad ambiental con cierta regularidad.
En caso contrario, podrían enfrentarse a sanciones económicas de hasta 60.000 euros si la infracción es leve. Una cifra que, sin embargo, puede ascender hasta los 100 millones de euros en el caso de las infracciones muy graves.
No obstante, los controles de limpieza del aire acondicionado no solo sirven para ajustarse a la normativa y evitar estas multas. Su verdadero valor reside en que previenen problemas de salud en las personas, mejorando su calidad y su esperanza de vida y, por consiguiente, reduciendo el gasto médico y las bajas entre los trabajadores.